Cómo cuidar tu tatuaje

Cómo cuidar tu tatuaje










Para que un tatuaje logre llegar a ser lo que se esperaba de él hay que cuidarlo para evitar que se estropee. A continuación, una lista de los cuidados mínimos de un tatuaje recién terminado.


Proteger el tatuaje por un mínimo de 24 horas con una venda y papel film. En caso de utilizar una venda, procurar que no sea de un material que pueda deshacerse y quedar pegado a la herida.


Después, al retirar la protección, lavar el tatuaje. No se debe tocar el tatuaje, ni colocarse sobre él ropa ajustada y bajo ningún motivo arrancarse las costras o rascarse. Aliviar la picazón que producirá el tatuaje con hielo o soplando, pero sin tocar. Es preferible no mojarlo durante un tiempo. Al formarse el tatuaje aparecen costritas, conviene no tocarlas porque eso puede provocar que se estropee el diseño.


Pasado un tiempo, lavar el tatuaje tres o cuatro veces por día con jabón neutro de glicerina o con jabón bactericida. Los jabones perfumados y el alcohol deben evitarse porque secan demasiado el tatuaje y la piel se resiente.

Aplicar la crema antibiótica que indique el artista dos o tres veces por día. La función de esta crema es, justamente, ser antibiótica y evitar infecciones: no puede ser reemplazada por cremas humectantes o vaselina.

En caso se presentarse irritación o hinchazón, aplicar hielo directamente, sin paños ni bolsas para evitar que se dañe el tatuaje debido a la rugosidad de ciertas superficies.

Por unos meses después de terminado el tatuaje (y, por supuesto, esto vale para cuando aún está en proceso) hay que evitar las piscinas, los baños calientes, los jacuzzis, las hidromasajes, el mar y el sol. Hasta que no esté completamente curado, el tatuaje no puede exponerse a ninguna de estas cosas. En cualquier caso, siempre y en general habrá que evitar estas cosas para mantener el tatuaje en buenas condiciones. Si no se puede impedir este tipo de cosas,aplicar sobre el tatuaje una crema con un factor de protección muy alto.